Venturi

Los orígenes de Venturi se remontan a 1984, año en el que vio la luz a través de Claude Poiraud y Gerard Godfroy. Empezaron fabricando coches deportivos con la intención de fabricar un automóvil de origen galo capaz de competir con Bugatti o Ferrari, fue entonces cuando presentaron el Ventury, pero en 1990 se rebautizó como Venturi. 

A pesar de sus éxitos, se declaró en bancarrota en el año 2000 y un año después el millonario Gildo Pallanca la adquirió para apostar por la fabricación de automóviles con motor eléctrico.