Compras en subastas de objetos antiguos
Una de las particularidades del mundo de los coleccionistas de estos objetos históricos es que su método de compra venta se basa en el proceso de subasta o remate mediante ventas organizadas que convocan a interesados en determinados objetos, que pueden ofertar a partir de un precio básico para hacerse del mismo. Es una forma de competir por un objeto que tratándose de una antigüedad tiene lógicamente muchas personas que quieren adquirirlo. Este sistema de compraventa garantiza que todos puedan, dentro de sus posibilidades y en manera pública, ofertar por él y que sea quien más ofrezca quien pueda hacerlo suyo.
En estos eventos existe la modalidad de sobrecerrado, una forma de ofertar por el objeto pero sin oportunidad de conocer o mejorar las ofertas contrarias, porque con el sobre cerrado, abiertas las ofertas se escoge la mejor y no hay trámite más que entregarla al que ha dado por ella, más.
Existiendo hoy en día compras de antigüedades on line, también existen y esto es ventajoso para quienes buscan los objetos de colección que desean por muchos rincones del mundo, aprovechar las muchas subastas online, que desde casa se pueden seguir directamente, se puede ofertar luego de haberse acreditado en la web que ofrece la subasta y se puede ver el objeto, sus características y sus garantías y ofrecer para ganar en subasta.
Tiene muchas ventajas aprovechar las subastas por Internet, porque al mismo tiempo que se puede tener imágenes del objeto por el que se oferta, se pueden conocer resultados inmediatos y si así lo prefiere el ofertante preservar su calidad de anónimo para adquirir un objeto dentro de estas subastas online.
Se da en muchos lugares del mundo y los más variados objetos de colección, con comodidad, privacidad y facilidad, pero aún así las grandes casas de en Europa y Norteamérica siguen prefiriendo las subastas directas en que todos puedan ofrecer y estar presentes por el glamour que suponen esas grandes subastas de objetos que llegan en algunos casos a sobrepasar cifras inesperadas de precio. Pero tanto en las subastas de antigüedades tradicionales como en las más modernas se vive el mismo ritmo y se siente la misma emoción de oferta y quizá la de ganar y hacerse de un objeto codiciado.