Elección del vestido de boda
Generalmente se conoce cómo debe ser la indumentaria en una boda eclesiástica, aunque con el tiempo se han ido olvidando los simbolismos de las distintas prendas y del ceremonial, aunque lo esencial más o menos permanece. Más complejo es elegir los vestidos de boda civil.
En los últimos años las bodas civiles han venido aumentando de forma considerable, todo cambia, nada permanece tan inalterable como parecía antaño; con lo cual parece que va ganando terreno la boda civil frente a la eclesiástica y con ello, también aumenta el número de las novias que buscan el vestido ideal para su ceremonia en el juzgado.
Así como en la Iglesia la línea y el estilo parecen estar muy definidos, la boda civil da un marco de elecciones mucho más amplio; así que se pueden encontrar estilos muy diversos aplicados a esta ceremonia, en la que el marco ambiental puede variar desde un Juzgado de Paz en una ciudad, pasando por una finca en el campo, en el bosque o en plena playa. Dependiendo del marco en el que se encuadre la ceremonia, así deberá ser el vestido, aunque éste deberá ir de acuerdo con el estilo de la novia, que es la que debe estar a gusto y radiante ese día en el que va a cambiar su vida.
En las ceremonias civiles los vestidos pueden ser lo mismo cortos que largos, pero si son largos, no deben llevar cola, aunque precisamente la cola no tiene una connotación religiosa, sino más bien de poder económico de la familia de la novia, este es su significado desde la misma Edad Media.
Tampoco tiene que ser blanco el vestido de la novia civil, en realidad, no debería ser blanco ningún vestido de boda que no vistiera a una novia no virgen, pues este es su simbolismo, el blanco significa virginidad en la novia.
Aunque en bodas todo son modas, porque la frase famosa de “blanca y radiante va la novia” hace algunas décadas hubiese resultado hasta rara. El color, por la solemnidad del acto, en el vestir de la novia generalmente era el negro. Es España la boda del rey Juan Carlos I con la reina Sofía marcó un hito, Sofía reina puso de moda le blanco, así, en los años sesenta las mujeres van a casarse de blanco y el negro queda desterrado totalmente.
En Europa hasta el siglo XIX se optaba por diferentes colores como el rojo, el negro o el dorado, aparte los trajes regionales de las distintas localidades. Siempre la ceremonia ha ido unida a connotaciones religiosas, hasta pleno siglo XX no se ha independizado verdaderamente de la religiosidad.
Para las bodas civiles existe la opción de vestidos siempre elegantes y prácticos, como los trajes de chaqueta, que permiten utilizar el vestido de novia en ocasiones sucesivas y para otros menesteres; además de resultar ideales para bodas civiles en los meses más fríos del año.
