Mantener los frenos en buen estado

Qué decir de los frenos y su importancia para un coche. Son una de las armas fundamentales para una adecuada conducción. Datos científicos revelados indican que los vehículos con más de cuatro años de uso tienden a poseer deficiencias en el sistema de frenado y un promedio del 25% de los coches longevos presenta esta situación.
Es necesario tener en cuenta que el conductor y su forma de actuar frente al volante se hacen decisivos en el desgaste de los componentes del coche. Tal es el caso de aquellos conductores que gustan de andar a altas velocidades y por lo tanto frenan rápidamente. Estos deben revisar los frenos con más frecuencia.
El cambio de marcha para adecuar la velocidad es una de las alternativas para evitar la decadencia del sistema de frenado, ya que se evita con ello que los frenos se calienten por lo que durarán más tiempo en buen estado.
Hoy en día la mayoría de los coches cuenta con sistemas de aviso de desgaste de frenos. Así, el panel de instrumentos advertirá con antelación cuando esto suceda. Pero para ello, revisar el manual del coche y aprender a interpretar las señales que emite es una necesidad.

Debe tenerse en cuenta también que cualquier vibración producida al frenar a alta velocidad es indicadora de que algo no marcha bien en el sistema de frenado. Por eso el conductor deberá cerciorarse de que las pastillas y discos de freno están en buen estado. Muchas veces necesitamos hacer una fuerza extra a lo que nos tiene acostumbrado el vehículo para detenerlo, y ello puede dañar las pastillas de freno o los discos. Causas de que el pedal de freno se hunda al pisarlo son el aire en el sistema, líquido de freno escaso, inadecuado o contaminado, pastillas de freno muy desgastadas, o fugas en el circuito de frenos.
Es valioso recordar que al frenar de las pastillas, si éstas producen ruido, es un síntoma de que algún problema tiene. A veces son nuevas y el ruido chirriante en los frenos es característico. Un dato interesante es que una vez que el coche no está en buenas condiciones la distancia de frenado aumenta considerablemente, lo que es un condicionante de accidente.

A veces el conductor sale del taller y desconoce si las pastillas y piezas sustituidas cumplen con las exigencias vigentes en su lugar de origen. Esa puede ser una gran trampa para quedarse sin frenos a la mínima rotura.



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