Detectores de radares

Averiguar dónde están situados los radares es una de las principales preocupaciones de muchos conductores, sobre todo, para aquellos a los que les gusta la velocidad, pero necesitan evitar ser multados. Con este fin se emplean los detectores de radares, que no siempre son legales. En este artículo intentamos despejar todas las incógnitas acerca de la legalidad de estos detectores de controladores de velocidad.

Para empezar, cabe señalar que son legales los llamados avisadores, mientras que los aparatos ilícitos serían los detectores y, por supuesto, los inhibidores. En el caso de los detectores, llevan una antena que recoge la frecuencia que emiten los radares y posteriormente, produce una señal visual o sonora para poner en alerta al conductor. Dichos artilugios son de especial utilidad para encontrar los radares móviles.

Uno de los motivos por los que algunas personas optan por detectar los radares ubicados en las carreteras es que creen que sólo son un mero instrumento del Estado para recabar dinero. De ahí que opten por conseguir un detector, pero es en este punto cuando hay que tener especialmente claro que tanto tenerlo, como venderlo o instalarlo no es ilícito. Por el contrario, lo que se considera ilegal es utilizarlo. 

Ambos tipos de radares, fijos y móviles, pueden ser descubiertos por las autoridades, gracias a sistemas conocidos con el nombre de Radar Detector Detection (RDD), con el que se puede pillar ‘in fraganti’ a los infractores, siempre que su conducción sea inadecuada, por ejemplo, con frenazos cuando un vehículo se acerca a un radar. Su funcionamiento consiste en generar una señal que detecta otro tipo de dispositivos sintonizados en la misma frecuencia. Los RDD no están generalizados en nuestro país, muy al contrario de lo que ocurre en Estados Unidos y en algunas zonas de Europa. Sin embargo, es en Australia donde se ha creado un sistema de detección de radares muy potente que recoge las frecuencias K y Ka, las más extendidas en España.

Como conclusión, podemos apuntar que utilizar un detector o inhibidor de radares puede acarrear sanciones de entre 90 y 300 euros, además de quitarnos dos puntos del carné y suspendernos del permiso de conducir por tres meses. 



Escribe un nuevo comentario

Su dirección de email no será publicada.
Los campos obligatorios están marcados con el símbolo *