Control de crucero
Uno de los aportes positivos de la tecnología en la actualidad es el control de crucero, el que permite mantener la velocidad sin necesidad de acelerar. Esta técnica resulta fácil de utilizar, ya que para seleccionar la velocidad deseada existe un mando del vehículo y éste entonces se encarga de aplicar la potencia necesaria para mantener esa velocidad sin que se deba pisar ningún pedal.
Tampoco resulta para nada difícil su funcionamiento interno, puesto que si la velocidad cae por debajo del valor deseado, el control de crucero aparentemente pisa el pedal del acelerador. Del mismo modo, si la velocidad es demasiado alta, hace uso del freno motor, aunque no de los frenos normales que sí son frecuentes en el control activo de velocidad.
Pero siempre el conductor debe estar pendiente de todo, ya que la técnica puede fallar. Una tecnología como el regulador PID es una de las posibles soluciones a situaciones como éstas: la incomodidad e inseguridad de un control de crucero que se limitara a pisar el acelerador a tope y soltarlo de repente al alcanzar la velocidad deseada y el cambio en el reparto del peso que se produce al acelerar o dejar de acelerar bruscamente. Estas dos situaciones harían que de forma constante surgieran acelerones bruscos y que se perdiera el control del vehículo en las curvas.
En este sentido, el regulador PID utiliza la velocidad actual del vehículo, y también utiliza el historial de velocidades, lo que significa que la respuesta del control de crucero no sólo depende de la velocidad actual, sino también de la velocidad que el coche tenía momentos atrás. Así, el auto compara la velocidad actual con la deseada, y decide qué potencia debe suministrar el motor.
Las siglas PID significan Proporcional Integral Diferencial. Estas tres palabras se relacionan estrechamente con el funcionamiento del propulsor, y en caso de que la velocidad sea muy diferente de la deseada, éste corrige la velocidad aumentando aceleración a partir del error acumulado.
Ya con estos elementos se le puede dar un buen uso al control de crucero y evitamos caer en errores que pueden costar una pesadilla.
