Gafas para bucear

Las gafas de buceo, máscaras protectoras o caretas son imprescindibles para poder desarrollar la labor acuática de manera satisfactoria. Tienen que sellar completamente la zona de los ojos y de la nariz, para evitar las incómodas molestias del agua en la vista y en las fosas nasales. Además, deben estar perfectamente ajustadas y contar con una válvula que desaloje rápidamente el líquido elemento en casos de necesidad perentoria.

Los cristales deberían ser templados para evitar una rotura peligrosa para el buceador.

El conjunto de los cristales y el plástico harán una doble superficie para evitar la presión excesiva y su posible peligrosidad. Además, la cinta de sujeción debe ir perfectamente ajustada en sus dimensiones exactas para no causar problemas en el buceo. Por otro lado, el volumen total de la máscara irá en función de los gustos de cada buceador y se pueden ajustar los cristales en caso de tener una graduación con dioptrías o problemas de visión, para poder ejercer correctamente la inmersión.

Las gafas, como objeto clave que permite ver en el agua de forma nítida, debe tener como elementos clave de composición la silicona, los cristales templados y las tiras elásticas de goma o material parecido para facilitar su amarre. Se debe evitar en lo posible el efecto ventosa, que puede ser muy peligroso en grandes profundidades marinas, aunque en algunas situaciones puede facilitar la inmersión.

Es muy recomendable que el volumen sea reducido, porque a mayor descenso mayor presión total y puede ser muy molesto. También hay que prever que los materiales usados no produzcan molestias en los practicantes, que puedan perjudicar su labor deportiva.